Ultimo día en Moscu antes de ir a SP. Empezamos andando hasta el museo Nuevo Tretiakov, que el día antes en el puti-restaurante nos dimos cuenta que era otro museo que no habiamos visto. Cuadros de la epoca comunista muy chulos. El edificio en sí parece un centro civico cutre, destartalado, vacio, en el ropero eramos los unicos que dejamos los abrigos y eso que el mostrador ocupaba 30 metros de largo. Pasamos por el parque donde hay estatuas que han quitado de los parques, en principio de comunistas. En las calles cercanas estaban vendiendo cuadros pero no había nadie por las calles.
Tras esto fuimos a coger el metro a una plaza donde pudimos ver una estatua de Lenin, por lo que parece aún está presente en Moscu. Tomamos 3 perritos riquisimos en el metro y de camino a nuestro siguiente destino.
Tras esto, fuimos a la feria de muestras donde hay monton de edificios comunistas, y ademas el museo del espacio con estatuas de astronautas famosos y un cohete espacial.
En la siguiente foto, Silvia empequeñecida por Lenin.
Muestra del valor del pueblo era dedicarles estatuas segando, trabajando, etc, se les olvido que por culpa de la politica agraria de Stalin murieron mas de 20 millones de personas. Igual un poco de inteligencia y menos estatuas hubiera venido bien, pero estas de aqui eran para los extranjeros que venian a ver la exposicion y de paso les metian publicidad subversiva de lo guay que era el comunismo.
Los edificios tenian tiendas de electrodomesticos en su interior, de pieles, de flores, etc. Hay un trenecito que recorre el interior que tuvimos que coger por lo cansados que estabamos. Los helados que venden dentro y que Silvia casi agota, vienen genial con el calor que hacia.
Cogimos un metro a lo que se suponia que era el centro, pero terminamos no sabemos donde, tomando un chocolate en Chocolatisimo. Aun no sabemos como pudimos teletransportarnos a esa parada si la linea que pillamos no llegabá allí, pero bueno.
Cenamos en el GUM por 6 euros por persona. Vimos la KGB y de camino para el tren. En la estación nos volvimos locos buscando el tren, asi que preguntamos a un tio que vendia moviles y fue tan majo que lo dejo para venirse con nosotros corriendo hasta la parada, Silvia nunca corrio tanto como este día.
Ya en el tren a SP compartimos tren con un cordobes y su mujer rusa que llevaba 8 años en España, vamos los tipicos compañeros de un tren en Rusia.
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